El emblemático Estadio Azteca se prepara para un hito histórico al ser elegido como sede del Mundial 2026. Este evento lo posicionará como el primer estadio en ser anfitrión de tres Copas del Mundo. No obstante, la celebración viene con un desafío: el recinto deberá someterse a una serie de remodelaciones exigidas por la FIFA, incluyendo la eliminación del escudo del América y de toda publicidad visible en las gradas.
Adaptaciones necesarias
La FIFA estipula que, durante el Mundial, los estadios no deben mostrar marcas comerciales, incluidos logos de equipos, en su infraestructura. Esta normativa implica que el Estadio Azteca, junto con otros estadios como el Akron y el BBVA, deberá adaptarse, eliminando el escudo del América y renombrándose temporalmente como Estadio Guadalajara y Estadio Monterrey, respectivamente.
Impacto en la identidad del club
Esta medida ha generado debates entre los aficionados y especialistas del deporte, quienes cuestionan el impacto en la identidad y el legado de los equipos. La controversia subraya la tensión entre los requisitos de un evento global y la preservación de la historia local de los clubes.
Reflexión final
La transformación del Estadio Azteca para el Mundial 2026 abre una reflexión sobre el equilibrio entre cumplir con regulaciones internacionales y mantener viva la esencia de los equipos locales. Este cambio temporal en la identidad del estadio simboliza los desafíos y las oportunidades que conlleva albergar un evento de tal magnitud.