Crisis hídrica en Altamira
La fuente de ingresos en la que Don Sergio invirtió casi 300 mil pesos ha desaparecido. Su negocio de paseos en lancha en el parque El Champayán ha quedado en ruinas debido a la severa sequía.
Sequía seca Laguna del Champayán
La crisis hídrica ha afectado gravemente a los comercios alrededor de la Laguna del Champayán, que ahora es un pantano seco con grietas y lanchas abandonadas. El turismo ha desaparecido, y los prestadores de servicios buscan nuevas formas de sustento ante la precaria situación.
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Prestadores de servicios buscan apoyo
Sebastián Domínguez, prestador de servicios de lancha por casi 20 años, ha tenido que cerrar su negocio y busca apoyo de las autoridades mientras idea cómo subsistir. “No hay agua para transitar. Esto se hizo con mucho esfuerzo, pero no podemos ir en contra de la naturaleza. No hay nadie a quien culpar”, afirmó Domínguez, quien invirtió cerca de 300 mil pesos en sus lanchas, ahora varadas.
Necesidad de un ciclón
La falta de lluvias intensas desde hace años es un factor clave en esta crisis. Domínguez menciona que solo un ciclón podría ayudar. “Se veía venir, navegábamos con poca agua y se veía que se iba a secar. No hace falta una lluvia, hace falta un ciclón para llenar esto”, recordó.
Alternativas para sobrevivir
Domínguez, que solía realizar entre 5 y 6 recorridos diarios en la laguna, hoy busca otras alternativas. “Estamos pensando en vender aguas o raspas. Estoy buscando un acercamiento con las autoridades para un apoyo mientras esto se normaliza, lo cual va a tardar mucho”, concluyó.
Escenario desolador
Lo que antes era un lugar de recreo con patos nadando y familias disfrutando de paseos en lancha, hoy es un terreno seco y agrietado. Los lancheros, como Don Sebastián, buscan desesperadamente otra forma de sustento ante la sequía que azota Altamira.
