El índice Nikkei de Japón reportó su peor caída desde 1987, afectando a México por su dependencia económica de Estados Unidos.
Impacto de los Mercados Internacionales
Los factores internacionales y el pánico en los mercados de Asia, Europa y Estados Unidos han afectado negativamente al tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar. México, que destina más del 80% de sus exportaciones a Estados Unidos, es particularmente sensible a la situación económica de su principal socio comercial.
Pérdida del Peso desde las Elecciones
Desde las elecciones del 2 de junio, la divisa mexicana ha acumulado una pérdida superior al 15%. Las preocupaciones por las próximas elecciones en Estados Unidos en noviembre también han contribuido a esta caída. Analistas económicos predicen un mal cierre para el peso frente al dólar, con expectativas de una mayor depreciación en los próximos meses.
Pronósticos para el Peso Mexicano
Entre 2012 y 2018, el peso se ubicó en un valor de 16.75 unidades por dólar. En 2023, tras la pandemia, el promedio fue de 17.19. Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha resaltado la fortaleza del peso, la reciente situación ha cambiado drásticamente, llevándolo a una depreciación significativa.
Desplome de los Índices en Estados Unidos
Wall Street comenzó este lunes con una caída superior a los mil puntos en sus principales indicadores, Dow Jones y Nasdaq, debido al temor a una recesión en Estados Unidos. La tasa de desempleo en Estados Unidos aumentó al 4.1% en comparación con junio, lo que incrementó el pánico en los mercados y el volumen de operaciones de venta de acciones.
Factores Clave de la Depreciación del Peso
Especialistas financieros identifican tres factores principales detrás de la depreciación del peso:
- Posibilidad de recesión en Estados Unidos.
- Incremento del desempleo en Estados Unidos.
- Expectativa de aumentos en la tasa de interés por el Banco Central de Japón.
Preocupación por la Recesión en Estados Unidos
El debilitamiento en el mercado laboral de Estados Unidos, con una tasa de desempleo del 4.3%, ha erosionado la confianza de los inversores. Esto, junto con la caída de reservas y la brecha cambiaria, augura un panorama complicado para México.