24 de septiembre de 2024. – El huracán John golpeó la costa sur de México el lunes por la noche como un poderoso huracán de categoría 3, sorprendiendo a las autoridades y residentes con su rápida intensificación. El fenómeno pasó de ser una tormenta tropical a un huracán en cuestión de horas, presentando vientos sostenidos de 195 km/h (120 mph) y trayendo consigo lluvias torrenciales.
Rápida intensificación y advertencias
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos advirtió sobre inundaciones catastróficas en las áreas más afectadas. Se proyecta que las lluvias podrían superar los 300 mm, lo que incrementa el riesgo de desbordamientos de ríos y arroyos, así como de deslizamientos de tierra en áreas montañosas.
Preparativos y evacuaciones
Ante la llegada del huracán, se implementaron evacuaciones en comunidades vulnerables y se establecieron refugios temporales. Autoridades locales distribuyeron suministros de emergencia y alertaron a los ciudadanos a seguir las indicaciones de seguridad. Un portavoz del gobierno estatal señaló: “Nuestra prioridad es proteger la vida de los ciudadanos”.
El riesgo de marejadas ciclónicas también ha sido una preocupación importante. Las primeras imágenes del huracán mostraron gigantescas olas golpeando las costas, mientras que los vientos huracanados arrancaban techos y derribaban árboles, provocando daños significativos a la infraestructura.
Daños y efectos a largo plazo
Los daños a la infraestructura ya se han reportado en varias localidades, con árboles caídos y escombros que han bloqueado carreteras, dificultando los esfuerzos de rescate y asistencia. Muchas comunidades también enfrentan cortes de electricidad, lo que agrava aún más la situación.
Los expertos advierten que los efectos de John no terminarán con la llegada del huracán, ya que las lluvias persistentes en las próximas horas podrían aumentar el riesgo de deslizamientos de tierra en zonas montañosas.