Una década desde la caída de un gigante Una década desde la caída de un gigante

Una década desde la caída de un gigante

Cd. Victoria, Tamaulipas.- Han transcurrido diez años desde la despedida de un coloso del béisbol en Tamaulipas. Aunque el nombre persiste, la historia ha tomado un rumbo distinto.

El día que cambió todo

El 4 de septiembre de 2014 quedó marcado en la historia del béisbol tamaulipeco cuando el huracán “Dolly” trajo consigo lluvias intensas que derribaron al legendario estadio “Praxedis Balboa”. Después de 51 años de ser un pilar del deporte en Ciudad Victoria, el emblemático estadio sucumbió a las 6:45 de la mañana, dejando atrás recuerdos imborrables de juegos emocionantes y tardes inolvidables.

Un sobreviviente que no resistió

El “Praxedis Balboa” había sobrevivido a los huracanes Gilberto e Ingrid, pero no pudo resistir el embate de “Dolly”. El diamante, que había sido testigo de tantas historias, quedó reducido a escombros, dejando un vacío en el corazón de los aficionados.

El pasado glorioso del Praxedis Balboa

La historia del estadio comenzó en los años 30’s, cuando peloteros locales trazaron un diamante junto al antiguo Estadio Victoria, ahora Marte R. Gómez. Con humildes gradas de madera, el béisbol en Ciudad Victoria comenzó a ganar popularidad. Fue en 1962 cuando, bajo el gobierno de Norberto Treviño Zapata y la administración municipal de Arsenio Saeb Félix, se inició la construcción del estadio, finalizada en 1965 bajo la supervisión de Praxedis Balboa Gojón y Carlos Quintanilla.

El nuevo hogar del béisbol

En 2016, el estadio “Praxedis Balboa” fue reubicado en la Unidad Deportiva de la Villa Olímpica, al sur de la ciudad. A pesar del dolor por la pérdida del viejo estadio, el nuevo “Praxedis Balboa” comenzó a forjar su propia historia, destacándose con la Liga Pequeña de Béisbol Santa María de Aguayo, que logró dos campeonatos nacionales y participaciones en series internacionales. Además, en 2019, fue escenario de un juego de pretemporada de la Liga Mexicana de Béisbol entre los Sultanes de Monterrey y los Saraperos de Saltillo.