Un comienzo difícil y una abuelita incansable
Arnulfo Castorena nació en circunstancias complicadas. Su mamá falleció durante el parto y su papá lo abandonó debido a su discapacidad. Fue su abuelita quien se encargó de su cuidado, llevándolo de escuela en escuela, aunque ninguna lo aceptaba.
El apoyo de una monja y el descubrimiento de la natación
Finalmente, una institución de monjas lo aceptó. Allí, Sor Chiva, una monja apodada así por su afición a las Chivas, lo introdujo a la piscina. Desde ese momento, la vida de Arnulfo cambió para siempre.
Un campeón que hizo historia
Hoy, Arnulfo Castorena es cuatro veces campeón paralímpico y acaba de ganar una medalla de oro para México en natación. Su historia es un ejemplo de cómo la perseverancia y el apoyo adecuado pueden transformar vidas.