Alberto Fujimori, expresidente de Perú, falleció a los 86 años este miércoles, 12 de septiembre de 2024, en la casa limeña de su hija Keiko. Fujimori murió en libertad, tras una polémica decisión que le permitió salir de prisión en diciembre pasado.
Una figura divisiva en la política peruana
Fujimori irrumpió en la política en 1990 y rápidamente se convirtió en una figura que dividió a la sociedad peruana. Sus partidarios lo consideran un salvador que rescató al país del terrorismo y de la crisis económica. Sin embargo, sus detractores lo ven como un autócrata responsable de graves violaciones a los derechos humanos.
De candidato antiestablecimiento a líder autoritario
Apodado “Chino” por sus rasgos orientales, Fujimori, descendiente de japoneses, gobernó Perú con mano dura entre 1990 y 2000. Venció al escritor Mario Vargas Llosa en su primera elección y fue reelegido dos veces más, aunque en medio de acusaciones de fraude. El 5 de abril de 1992, dio un golpe de Estado, cerrando el Congreso y asumiendo todos los poderes del Estado con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Esta acción fue duramente criticada a nivel internacional.
Una vida marcada por la controversia
Durante su gobierno, Fujimori es recordado por derrotar a grupos terroristas como Sendero Luminoso y el MRTA, así como por estabilizar la economía peruana. Sin embargo, su mandato también estuvo marcado por violaciones a los derechos humanos y una extensa red de corrupción encabezada por su asesor Vladimiro Montesinos.
Últimos años en libertad
Fujimori pasó sus últimos años en libertad, luego de una serie de problemas de salud que incluyeron múltiples cirugías y un indulto otorgado en 2017 por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski. A pesar de haber regresado a prisión, en diciembre pasado el Tribunal Constitucional ordenó su liberación, una decisión que provocó controversia.