Crisis por sequía amenaza producción de alimentos en Tamaulipas

Sequía agrava la situación del campo para 2024

La sequía que afecta al territorio mexicano, con especial impacto en Tamaulipas, presagia una crisis en la producción de alimentos para 2024. Expertos advierten que México solo podrá producir el 50% de los granos y oleaginosas necesarios, lo que obligará a aumentar las importaciones.

Efectos devastadores en la agricultura

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha reportado lluvias por debajo del promedio, exacerbando la sequía en 65% de los municipios del país. Tamaulipas, un estado clave en la producción de maíz y trigo, enfrenta una disminución significativa en estas cosechas. Esto ha llevado a importaciones récord de frijol, tras registrar la producción más baja de la historia.

Preocupación entre productores agrícolas

Los productores agrícolas en Tamaulipas están alarmados por la falta de condiciones para establecer cultivos de riego. Gabriel Muñoz Baranzini, de la Asociación Agrícola de Altamira, expresa su preocupación por la permanencia de la sequía y el cambio climático. Esto pone en riesgo el sistema productivo-alimentario del país y el sustento económico de más de 184 mil trabajadores del campo.

Factores climáticos y económicos en contra

Los altos costos de insumos, factores climáticos adversos, y la pérdida de fertilidad del suelo son desafíos que enfrentan los productores. La situación se agrava con el 85 al 90% de Tamaulipas experimentando condiciones de sequía severa, sin perspectivas de lluvias suficientes para revertir esta crisis.

Impacto en la superficie sembrada

La sequía ha llevado a una drástica reducción en la superficie sembrada, especialmente en oleaginosas. Gabriel Muñoz revela que en 2023, menos del 10% de la superficie prevista para cultivos en Altamira se sembró efectivamente, con gran parte de las cosechas perdidas por la falta de lluvia.

Riesgo de pérdida de tierras por deudas

La situación financiera de muchos agricultores es precaria, con una creciente cartera vencida debido a préstamos bancarios garantizados con propiedades. La falta de agua y cultivos ha hecho imposible pagar estas deudas, aumentando el riesgo de perder sus tierras.