Calor extremo: ¿Bronceado o cocción cerebral?
¡Qué calor tan loco! Algunos expertos ya comienzan a pensar que nuestro bello sol no solo nos broncea, sino que también nos cocina la mente y las emociones. Con estos calores tan frecuentes y duraderos, las olas de calor cada vez están más marcadas. Ya va siendo hora de considerar que nuestra cordura también es importante a la hora de asolearnos.
Cuando el termómetro sube, la paciencia baja
Parece que el calor no solo derrite helados. Investigaciones en sociología, psicología y hasta en criminología muestran que mientras más caliente está el día, más cortos se nos hacen los fusibles. Sí, parece que el calor no solo nos pone rojos, también nos pone bravos, o sea, de mal humor.
La ciencia tras sudar y encabronarnos
Según los cerebros de la Facultad de Psicología de la UNAM, no solo estamos sudando por el calor; nuestras regiones cerebrales encargadas de regular el humor también están echando humo. El resultado: más gritos, más portazos y menos paciencia para lidiar con esa persona que siempre encuentra la manera de hacernos encabronar.
¿Estás enojado o es el sol?
Si sientes que te molestas más fácilmente durante estos días saharianos, no estás solo. Las altas temperaturas pueden hacernos sentir como una olla a presión lista para explotar. La clave está en notar esos momentos de ‘calor interno’ antes de que termines discutiendo con el que se te pare enfrente.
Nuestro pobre cerebro, que no tiene un ventilador incorporado como las compus, lucha con el exceso de calor y eso puede trastocar nuestra capacidad para mantener la calma. ¿Te has encontrado molesto solo por subirte al carro? Ahí tienes la prueba de que el calor afecta más que la temperatura ambiente.
Ansiedad y picnics: una mala combinación
Las reuniones al aire libre son comunes cuando el sol brilla, pero con el calor también llega esa ansiedad social de querer estar fresco frente a los demás. Se dice que en estos tiempos de calor, uno le huye mas a las carnitas asadas y prefiere ir a un lugar con climita, apoco no?. Mantener la compostura cuando sientes que te derrites puede ser tan desafiante como encontrar una sombra en un desierto. Es por eso que si vas a salir a una carne asada o a una reunión con los amigos al aire libre cuando la sensación es de +35º trata de estar lo mas fresco posible, no vayas a discutir por cualquier tontería con algún amigo solo por sentir calor.
El impacto económico del sol ardiente
No es solo tu paciencia lo que se evapora con el calor, también lo hace la estabilidad económica. Escasez de alimentos y pérdidas económicas por el calor extremo pueden llevar a un aumento de la tensión social. Cuando el bolsillo siente calor, la sociedad puede empezar a hervir.
Así que la próxima vez que sientas que el calor te está afectando, recuerda: no es personal, es termodinámica. Un buen sombrero y un sentido del humor fresco podrían ser tus mejores aliados este verano que aún no comienza.
Cuando el calor apriete, ¡a reír se ha dicho!
Por la Redacción de Enlace Victoria